Éste es el apasionante relato de cómo Buffalo Bill decidió mantener viva su leyenda del modo más insospechado y extravagante: recorrió el mundo entero con el Wild West Show representándose a sí mismo, matando una y otra vez con balas de fogueo a los indios a los que había aniquilado en la realidad. De hecho, para su espectáculo contó con esos mismos indios: supervivientes que habían visto cómo masacraban a sus familias y que, enrolados a la fuerza o por necesidad, se veían obligados a revivir incesantemente el horror. Allí tomó realmente forma la cultura norteamericana: entre el mito y la realidad, entre la explotación y la ocultación, entre la sangre y el dólar.
Con un lenguaje de una precisión, elocuencia y belleza sobrecogedoras, Vuillard nos presenta tanto el retrato de un hombre devorado por su mito y desposeído de sí mismo, como el de toda una nación cimentada sobre la masacre, el expolio y el espectáculo.