Es una tarde de aquella incipiente primavera, en la que llovia como si nunca antes hubiera llovido, tenia Rafael una media borrachera de varias bebidas espirituosas cuando llamo a su puerta un chepudo medio cojo, Rafael pensaba darse una ducha dentro de poco antes de ir al cafe. Hacia mucho que se veian y aun cuando la llegada del chepudo medio cojo le sorprendiera no muy gratamente.