Este es el diario nocturno de tres semanas de mal dormir en las que José María Merino fue registrando mediante notas mínimas la crónica de sus sueños en los efímeros momentos de extraña lucidez que se producen, y desvanecen, en el momento mismo del despertar. Lo más interesante de este experimento literario, explica el autor, "es que los sueños proporcionan una sensación intensa de literatura vivida... es una experiencia incomparable esperarlos, estar al acecho de un relato imprevisto (...)