Sylvia concibió este poema, feminista y antibelicista, para ser leído en voz alta, y en 1962, un año antes de su muerte, lo leyó en la BBC. La experiencia supuso un cambio de dirección en su forma de afrontar la escritura. Desde entonces concebiría los poemas «en voz alta», cambiando de forma definitiva su técnica poética.
«Es el poema más poderoso de su obra. Es exquisito y tiene la capacidad de llegar al corazón. [...] Plath ha puesto voz a nuestras más íntimas pesadillas»
Joyce Carol Oates