La expedición la encabezaba un escritor y poeta, acompañado de su mujer, y el resto de la ilustre comitiva incluía un esquiador profesional y joyero suizo, un renombrado antropólogo social de la Provenza y un miembro de la aristocracia rural de Nottinghamshire, todos ellos montañeros experimentados. Los otros dos viajeros, el propio Fermor y un duque amante de la botánica, carecían totalmente de experiencia en materia alpinista.
Este es el relato de las experiencias del grupo en su recorrido desde la más o menos civilizada ciudad de El Cuzco hacia zonas cada vez más remotas del país; de los encuentros con sus gentes, tan remotas como los paisajes que habitan; y de la complicidad que se va tejiendo entre los distintos miembros del grupo, todos ellos singulares pero al mismo tiempo afines en su visión del mundo y del sentido que tiene viajar por él.