En este tercer libro, Anngwyn reconcilia la relevancia de las teorías sistémicas con los asuntos que surgen en el consultorio médico y en la sociedad. Se ha atrevido a ir más allá del pensamiento simplista dualista tan frecuente en las ciencias del comportamiento, en los modelos de terapia y, en términos generales, en nuestra cultura. Conduce al lector en la exploración de los patrones reiterativos de la experiencia y la disfunción abrumadora, así como también de nuestra conexión vital con la travesía del alma. Desafía nuestro pensar en blanco y negro: patrón real o "teoría conspiradora". Anngwyn acepta valientemente este reto. Con atrevida claridad e ingenio, demuestra cómo se incrusta el trauma dentro del mismo tejido del tiempo y del espacio. En efecto, de manera impresionante, argumenta acerca de lo incompleto de nuestras terapias psicodinámicas al no tener éstas una apreciación de esta contracorriente profunda, que reconoce el patrón fractal de los comportamientos, de las emociones y de las relaciones y lo traumático de la experiencia desarrollada en nuestras vidas de generación en generación.