El acné puede darse como un trastorno pasajero con apenas alguna espinilla, o formarse un exceso de sebo en el espesor de la piel y desarrollarse pústulas. En los casos más avanzados puede haber de destrucción de la piel e incluso afectar a hombros y brazos. El deseo de hacerlos desaparecer mediante la manipulación o quitarlos a base de exprimirlos, agrava la mayoría de las veces las lesiones, las cuales pueden infectarse y dejar cicatrices perennes. Tampoco son recomendables los lavados frecuentes y mucho menos con productos abrasivos o secantes. Cuanta más grasa tratemos de limpiar, más grasa segregará la piel de nuevo, ya que, a fin de cuentas, la grasa es una necesidad en la piel, por ser nuestra capa protectora. Psicológicamente suele afectar bastante a las personas afectadas y por ello, en numerosas ocasiones, se necesita ayuda psicológica además de la puramente médica. Para su resolución, la medicina natural posee varias alternativas eficaces.