Aunque pudiera parecer que la demencia senil es una enfermedad inherente al envejecimiento, lo cierto es que responde a una larga serie de factores que se comienzan a declarar a edades más tempranas. Por ello, las posibilidades que tenemos para evitar y resolver esta enfermedad son muy variadas, y la medicina natural posee un amplio abanico de recursos y terapias. Con un tratamiento bien dirigido, las personas afectadas podrán mejorar en sus habilidades cognitivas (pensamiento, reflexión y memoria), en una mejor relación social y familiar, así como en su capacidad para resolver los problemas físicos que la edad avanzada ocasiona.