Spider acaba de regresar a la ciudad, de encontrar trabajo como periodista en su antiguo periódico, La Palabra, y ya ha conseguido perder el pelo que tanto le había costado dejar crecer en un incidente con la unidad de ducha, y detener un gigantesco disturbio callejero de los Ángeles 8 Transientes. Vuelve a ser famoso. Y esto es sólo el principio.