No soy una cobarde. Quiero dejar eso perfectamente claro. Pero después de que mi vida se transformara en una película de terror, ahora me tomo el miedo mucho más en serio. Hace ocho meses, por fin, me convertí en la doctora Carrie Ames. Después, un vampiro me atacó en el depósito de cadáveres del hospital. Ahora soy una vampira y resulta que tengo un lazo de sangre con el monstruo que me convirtió. Y, claro, es uno de los vampiros más terribles de la Tierra. Con mi creador empeñado en hacer de mí una asesina despiadada, y su enemigo declarado dispuesto a exterminarme, las cosas no podrían ir mucho peor? si no fuera porque me siento atraída por los dos. Por si fuera poco, los dos son mis creadores, porque he bebido de la sangre de ambos. Beber sangre, vivir como un demonio inmortal y ser una especie de títere entre dos facciones de vampiros enfrentadas no es exactamente lo que me había imaginado para mi futuro. Pero, como mi padre solía decir, la única forma de vencer al miedo es enfrentándose a él. Y eso es lo que haré.