Este es el punto de partida de esta investigación, donde se trata de dilucidar cuánta relevancia tienen las diferencias sistemáticas entre ambas tradiciones; y poner de relieve que, detrás de estas diferencias sistemáticas externas no tan decisivas como parecen a primera vista, existen otras internas y más profundas, que afectan la autoconciencia del trabajo de los penalistas de un lado y otro del atlántico y el método con que lo abordan, diferencias que permiten entender esta disputa en términos de conflicto entre culturas.
Luego, se ofrece una exposición de los factores que, a juicio del autor, determinarán la resolución de este conflicto y una evaluación del futuro de la teoría del delito en el derecho penal internacional conforme a ellos, teniendo en cuenta que la Corte Penal Internacional no es el único tribunal que actualmente juzga hechos delictivos conforme al derecho penal internacional.