El tráfico de personas e inmigración ilegal constituye en la actualidad la fórmula adoptada por las organizaciones criminales para someter a millones de seres humanos a los más diversos tipos de explotación, especialmente sexual para mujeres y niñas y laboral para hombres y niños. En este contexto, la generalización del fenómeno de la inmigración ilegal hacia países europeos a través de nuestras fronteras ha creado un entramado delicuencial que requiere un entendimiento y tratamiento integral que preserve la dignidad humana de cualquier lesión o puesta en peligro.