'Trabajo y hogar' describe las distintas formas predominantes de división del trabajo de los hogares a lo largo de una Eu ropa ampliada, poniendo de relieve los importantes cambios acontecidos en España durante el periodo de expansión económica, así como el fuerte impacto de la crisis. El modo en que las parejas organizan el empleo y trabajo doméstico y de cuidados difiere según la clase social, siendo entre la clase trabajadora donde el modelo de varón sustentador y mujer cuidadora se ha encontrado tradicionalmente más arraigado. Sin embargo, es precisamente entre estas parejas donde más cambios se observan tanto en el nivel de las prácticas como en el simbólico.
El ideal de proveedor principal masculino se encuentra en declive, lo que se constata en particular en los imaginarios y dedicaciones materiales cambiantes de nuevas generaciones de mujeres. La crisis del empleo ha venido a reforzar esta tendencia, convirtiendo a muchas mujeres en proveedoras principales de sus hogares por necesidad, poniendo en cuestión la representación de roles tradicionales, a la vez que dando lugar a nuevas relaciones de poder entre géneros en la distribución de los trabajos. Mientras ellas protagonizan el cambio, ellos permanecen, en mayor o menor medida, en un segundo plano, entre la normalización, la perplejidad, la resignación y la resistencia.