La geografía del azúcar y el café proporciona el escenario de una vida social en la que convivieron formas distintas de dominación, también un impulso determinante por acumular riquezas utilizando el trabajo ajeno que se garantizaba mediante la propiedad sobre el trabajador y el recurso a la coacción.
Al mismo tiempo, en pocos lugares como en las sociedades caracterizadas por la plantación, en su vertiente específica rural y en su inseparable ámbito urbano, el sentido de la libertad tuvo un contenido tan específico, pues se revelaba y concretaba en cada una de las parcelas de autonomía y hasta de propiedad sobre sí mismo que adquiría el esclavo.
La economía de plantación, desarrollada con intensidad y ritmos diferentes en distintas regiones, incidió en la estructura social y, hasta la disolución definitiva de la servidumbre, condicionó el devenir del trabajo libre y la formación de un campesinado autónomo que se basara en trabajo familiar y/o parcialmente asalariado.
No obstante, a lo largo de los siglos XVIII y XIX coexistieron, en rivalidad y complementariedad, la esclavitud y el trabajo asalariado, formas de semiesclavitud y cierto campesinado condicionado en su desarrollo por la proximidad del trabajo coactivo, el arrollador empuje de la plantación y la asimilación cultural del trabajo agrario a labores de siervos. El estudio de esta compleja diversidad social se encuentra en el origen del presente libro.
Sinopsis: La obra reúne catorce textos de reconocidos expertos en sociedades de plantación que debaten las variantes y las consecuencias del modelo social, la relación entre formas de actividad laboral y vínculos humanos en el Caribe y Brasil.