Estas páginas nos hablan del trabajo basado en que el hombre debe volver a ser el eje de la actividad económica y empresarial. Se trata de recuperar la dimensión humana de la empresa como lugar de participación activa en el bien común, mediante el ejercicio del buen humor, del que nos habla, entre otros, Tomás Moro. La búsqueda del súper especialista, del súper talento, tiene que ser sustituida, por profesionales con corazón, capaces de trabajar con ilusión, alegría y optimismo, y competencia, valores importantísimos para la actividad económica y empresarial.