Segunda entrega del autor sobre su pueblo natal, Tomellosa, en el valle del Tajuña. Son tan variados los temas que trata Abascal en esta obra (profusamente ilustrada con imágenes del pueblo, de su patrimonio artístico, de sus edificios, calles, campos y acontecimientos) que parece no tener fin nunca. Algunos de ellos, podrán dar idea de la generalidad de la obra: trata de la Farmacia que hacia 1917 existía en el pueblo, así como de los temas médicos, asistencias profesionales, enfermedades, modos de curarlas, etc. en la época. Un personaje al que trata ampliamente el autor es Don Faustino porque así se le conoció en Tomellosa durante toda su vida. Don Faustino (Abascal García) resulta ser el padre del autor. Alcanzó una vida larga y prolífica, pues murió a los 98 años. Y fue fundamentalmente, como profesión- veterinario del pueblo. Pero en realidad fue el alma de la localidad durante muchas décadas, pues además de su actividad comunitaria en cargos concejiles, se dedicó a la agricultura, a los montes, a la enseñanza, y a la promoción de los adelantos en el pueblo. Otros muchos nombres aparecen en este libro. Así por ejemplo el de don Felipe Martínez Colmenero, que llegó a comprar en 1896 el monte de propios denominado El Rebollar por el que pagó al Concejo la cantidad de 2.055 pesetas. O el de Felipe Expósito León, soldado heroico en Africa. Además trata temas sobre calles del pueblo, sus nombres, sus orígenes; sobre el edificio del Ayuntamiento, que alcanzó a ser calificado de Bien de Interés Cultural regional, y luego recibió una reforma completa; sobre la sanidad en el pueblo, sobre la vivienda rural, sus usos, sus materiales, la construcción, los molinos, los candiles