En el ambiente opresivo, cerrado y polvoriento de la Conservaduría General del Registro Civil trabaja como escribiente don José, un soltero solitario que un buen día decide crear su particular registro de personas famosas. No contento con los datos que le proporcionan periódicos y revistas, resuelve completarlos con los que posee, tan a mano, en el Registro. Para ello no tendrá más remedio que violar alguna de las normas de la Conservaduría.
La crítica ha dicho...
«Todos los nombres es la historia de amor más intensa de la literatura portuguesa de todos los tiempos.»
Eduardo Lourenço
«Como Günter Grass o Ces Nooteboom, Saramago aspira a enlazar con un público que desborde límites nacionales.»
El País