Esta es la historia real de la mujer de la portada de este libro. Maryam Khail nació en 1960, en el seno de una familia acomodada y culta de Kabul. Sus padres no deseaban para sus hijas la existencia de segunda clase que la sociedad afgana reservaba a las mujeres, y prometieron a Maryam y a su hermana que les permitirían elegir marido cuando terminaran la universidad. Pero la invasión soviética destrozó cualquier sueño de libertad y Maryam, convertida en una adolescente rebelde, tuvo que huir a Estados Unidos con su padre para salvar la vida. Allí se desvanecieron para siempre sus ansias de independencia, cuando el clan familiar la obligó a casarse con un hombre violento que la maltrató incluso en la noche de bodas. Maryam entregó entonces toda su vida y su cariño a su primogénito Durán, hasta que su padre lo secuestró y volvió con él a Afganistán. Así empezó una lucha para recuperar a su hijo perdido que no volvería a ver en muchos años.