Aunque siempre es recomendable perderse en una ciudad ajena y a primera vista extraña, todo turista en el fondo reclama una guía, un par de indicaciones básicas para orientarse y disfrutar. Las diversas ciencias que nos salen al cruce y hacen que el mundo sea como es ?y como será? son esa ciudad. Y cualquier persona es aquel (o aquella) turista que todos los días abre el diario o enciende la televisión para terminar sepultado bajo una avalancha de información sobre nuevos descubrimientos y avances científicos. ¿Qué es ese ?multiverso? del que hablan los físicos? ¿Por qué los astrónomos descorchan champán cada vez que detectan un planeta fuera de nuestro Sistema Solar? ¿Qué está haciendo en estos momentos en Marte un robot grande como un auto? ¿Un vegetariano llegará a comer un bife hecho en un laboratorio? ¿Por qué los dinosaurios no fueron como se ve en Jurassic Park? ¿Qué es una bioimpresora, la materia oscura, el Conectoma, el ADN basura, el bosón de Higgs, la biomimética, el microbioma? ¿Ya somos cyborgs? ¿Qué es un recuerdo? ¿Qué pasó con el Proyecto Genoma Humano? ¿Y qué es la singularidad de la que tanto hablan los futurólogos y los investigadores fanáticos de Terminator? ¿Y cuándo vamos a volver a la Luna? La ciencia nos rodea. Está en los institutos científicos pero también en nosotros. Nos reímos de y con ella en series como The Big Bang Theory. Nos asombra en películas de ciencia ficción. La ciencia no es de los científicos, sino de todos. Es hora de reclamarla. Dejar de sentirnos mareados y de verla como algo lejano, ajeno, de otros. Como si fuera un idioma (inglés, francés, klingon), la única manera de conocerla es empaparnos en sus palabras y conceptos, en su gramática y sus entonaciones. Con ganas. Todo lo que necesitás saber sobre ciencia no es un manual ni una receta. Es un mapa de ideas y nombres de curiosos, hombres y mujeres que tienen más preguntas que respuestas. Todo lo que necesitás saber sobre ciencia es una guía abierta y provisional para vivir en el siglo XXI.