La protagonista de nuestra historia observa a sus padres en el día a día, atenta a todas las situaciones y lugares donde dicen haber perdido el tiempo. También a ella le toca aprender a gestionar y negociar sus tiempos. Así que se dispone a indagar adónde va a parar ese tiempo perdido irremediablemente, y si habrá manera de encontrarlo y guardarlo para que en el día de mañana a ella no le falte nunca.
Una historia llena de humor sobre nuestros ritmos de vida y sobre cómo la dictadura del reloj moldea nuestras vidas.