Cleo está un poco abatida y Rikki decide buscar un pez exótico y regalárselo para que se anime. En el puerto, Barry, un criador de peces en peligro de extinción le ofrece una buena recompensa si también "pesca" para él. Es una oferta imposible de rechazar, aunque las chicas pronto se darán cuenta de que Barry no es trigo limpio...