Teresa de Jesús fue una mujer transgresora para su época. Dotada de una gran sensibilidad espiritual, tuvo la valentía e inteligencia de enfrentarse a la todopoderosa Inquisición, a los no menos misóginos varones eclesiásticos, y a sus hermanas de Orden.
Adelantada a su tiempo, tuvo un espíritu independiente y libre, se mostró crítica con los convencionalismos sociales vigentes. Ese desprecio por el pensamiento femenino nunca pudo entenderlo, y luchó por abrirse camino y ser escuchada.
Escritora de la talla de los grandes poetas, con un estilo literario profundo y apasionado a la vez que sencillo, no exento de sutil elegancia.
Enfermera con marcada conciencia de sus enfermedades, y de la ciencia médica de entonces. Como cocinera, demostró siempre su relevancia con aquella consabida frase: Entre los pucheros también anda el Señor.