En el primer capítulo se presenta una aportación conceptual que permite un mejor conocimiento de los significados y de los recorridos de la planificación social. A continuación, y en clave teórica, se afronta la relación sociología-planificación social. En el capítulo tercero, y en clave histórico-comparativa, se recorre la evolución de los estilos de programación. La parte referente a los aspectos metodológicos se inicia con un capítulo titulado Por qué y cómo planificar: la planificación como proceso social. En él se articula una perspectiva sobre el proceso de planificación que pudiese ir más allá de los límites del debate mediante la elaboración de una teoría más abstracta y menos vinculada a la rígida demarcación entre público y privado. En el capítulo quinto se aborda la planificación social desde el punto de vista de la gobernabilidad en las burocracias públicas, entendiendo la planificación como una forma de regulación del sistema. No podían faltar en una obra como ésta dos temas fundamentales: por una parte, el rol de la investigación social en la planificación y, por otra, la evaluación en el ámbito de la planificación social. A ellos se dedican los capítulo sexto y séptimo respectivamente.