Veblen no es una universal fuente de luz sobre la sociedad norteamericana. No vio lo que aún no había ocurrido. Y también, en algunos aspectos, se equivocó, y, en la disyuntiva entre exactitud y alguna fórmula que él sintiera que escandalizaría a su público, rara vez vaciló. Optó por el escándalo. Pero ningún hombre de su tiempo, ni posterior, vio con ojo tan frío y penetrante, no tanto el lucro pecuniario, sino el modo en que su búsqueda hace comportarse a hombres y mujeres. Esta mirada fría y penetrante es la sustancia que hay tras la leyenda de Veblen. Es una mirada que aún asombra al lector con lo que le revela. Prefacio 35
I. Introducción 37
II. Emulación pecuniaria 53
III. El ocio ostensible 63
IV. Consumo ostensible 87
V. El nivel pecuniario de vida 111
VI. Cánones pecuniarios de gusto 121
VII. El vestido como expresión de la cultura pecuniaria 159
VIII. La exención de tareas industriales y el conservadurismo 175
IX. La conservación de rasgos arcaicos 193
X. Supervivencias modernas de la proeza 219
XI. La creencia en la suerte 241
XII. Observancias devotas 255
XIII. Supervivencias del interés no valorativo 285
XIV. El saber superior como expresión de la cultura pecuniaria 309