Sin embargo, entre 1796-1808, los hechos demuestran que, en Navarra como en el resto del País Vasco, las exigencias fiscales y de reclutamiento movieron a la Corona contra las inmunidades regionales más que las teorías absolutistas y centralistas. Godoy, sobre todo, intentó, sin éxito, acabar con las inmunidades fiscales de Navarra y Provincias Vascongadas e, incluso, con el contenido básico de su constitución histórica. Esto se pone de manifiesto con el mantenimiento de las aduanas en la línea del Ebro. De esta forma, el comercio de Pamplona y del norte de Navarra beneficiará a sus agentes y, en general a su población como intermediaria del mismo. Pero también se manifiesta la opinión contraria, entre los terratenientes de la Navarra meridional, favorable a un acuerdo económico ?aunque limitado? con la monarquía española y sus colonias. Esta tarea la libraría, posteriormente, el régimen liberal con mayor fortuna, aunque tampoco de manera definitiva.