Argumento de Tenemos que Vernos
El verano se acaba. Una pareja vuelve de vacaciones creyendo que ha recuperado la armonía perdida; una mujer, como las miles que oscilan entre sus deseos de sentirse amadas y el afán de consolidarse profesionalmente, hace confidencias a una amiga; dos hijos se debaten en los avatares de la adolescencia; una editorial cambia de dueño... En esta novela, poblada de personajes en los que muchos lectores podrán reconocerse, María Tena cuenta una historia de amor y desamor, cuya originalidad radica en el tono cercano y ágil, teñido de nostalgia y recuerdos. La amistad, el trabajo, las relaciones familiares, la pareja, el amor, la culpa, el paso del tiempo fluyen por el libro como el agua de un río, siempre dentro del cauce, sin salpicaduras y sin estridencias, atrapando con fuerza al lector para llevarlo sin vacilaciones hacia un final sorprendente.1