Esta obra está dividida en tres partes. La primera recoge el pensamiento de pensadores ilustres acerca de su manera de entender la Historia, con respecto al contenido de los temas que se analizan y al método seguido en su elaboración histórica. La segunda trata sobre la evolución de la Prehistoria y Arqueología desde mediados del siglo XIX, momento en el que comienzan a verse estas disciplinas desde una perspectiva esencialmente científica, a raíz de la revolución radical de Charles Darwin. En la tercera vemos cómo la Historia Antigua y las denominadas ciencias auxiliares de la Antigüedad constituyen uno de los saberes más articulados de la disciplina histórica.