Bernardo Quiñones Rodriguez, de padres andaluces, nació en Tánger (Marruecos) y emigró a Venezuela a los treinta y dos años con su esposa e hijos pequeños en donde permaneció durante treinta y cuatro años. Diletante de la poesía, su gran musa es la mujer, que lo conduce por el camino del amor porque según sus propias palabras, "No hay edad para amar"; aficionado también a la música, que refleja en su pulido laúd que lo acompaña siempre. Con bastantes kilómetros recorridos y miles de experiencias vividas, ahora vive en España (Vigo) cuando las hojas del otoño caen sobre sus sienes y los ojos que se miraban en los suyos no lo pudieron acompañar.