Este libro es la historia contada por un muchacho de la villa de Zújar sobre lo que pudo pasar y sentir una familia morisca de las muchas que vivieron en este lugar a finales del siglo XVI y principios del XVII. Lo que debieron de sufrir al verse obligados al destierro, imaginar comos serían sus vidas en los años anteriores a sus expulsión y, lo que es peor, pensar por ellos en el momento en que fueron obligados a dejar lo que sus manos habían convertido en un vergel a través de los siglos: su tierra. Muchos lugares de la villa todavía conservan los nombres de aquella época: barrios como los de abatel, Alquería y San Leandro, El Lugar, Harasmontari, Sima-Xarea, La Alanda, La Acazava derruída, así como el impresionante y eterno Jabalcón... Calles y lugares cargados de historia con su sabor morisco y fuerte personalidad.