Durante siete días y sus seis noches, Sandino recorre las calles y los barrios como un muñeco roto que huye de sí mismo, un depredador que deambula sin rumbo fijo, de sitio en sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasión de cauterizar la herida de la forma más carnal. Y mientras dura su particular odisea, en su mente se mezclan y entrelazan las historias de pasajeros, amigos y enemigos, una maraña de recuerdos y fantasmas del pasado que dibujan un mapa existencial de su vida, de la vida de la ciudad y de los personajes que la habitan. Tal vez así, en su fuga hacia la nada, Sandino logre liberarse de sus ataduras, de sus amores espurios y del entorno que lo atenaza para llegar a algún lugar en el que nunca ha estado.
La fuerza narrativa, el ritmo hipnótico imbuido de ecos musicales y el profundo calado psicológico de Taxi suponen un salto cualitativo en la obra de Carlos Zanón. Los avatares de Sandino configuran un personaje inigualable que permanecerá en la memoria de quienes degustan la buena literatura.