Argumento de Taquigrafía del Silencio
Heredero de Huidobro, Pessoa y Juarroz, Alberto Trinidad se nos muestra como el poeta que atestigua la decadencia de un lenguaje sonámbulo, de una poesía suplente de sí misma, de un mundo desaparecido tras los cortinajes de su representación. El poeta que es consciente de haber dejado de escribir y que, aun así, sigue escribiendo para taquigrafiar el silencio que ha dejado la ausencia de la poesía, para topografiar el vacío del abismo. El poeta que acude a la metáfora como a una tabla de salvación improbable, reconociendo en ella el último escaparate sobre el cual seguir manteniendo la ilusión de un sentido: un significado que el azar, la realidad, el nacimiento y la muerte nos arrebató. El poeta que, mudo, nos acompaña en esa travesía imposible.1