Vivimos en una sociedad donde los resultados, la eficacia y la adaptación hacen que nos alejemos cada vez más de lo que realmente sentimos.
El camino del Tantra nos ayuda a recuperar lo que somos, a deshacernos de las capas superficiales para ser más totales.
La sexualidad es una forma de alcanzar la unidad esencial; sin embargo, y paradójicamente, no es un medio sino el fin en sí mismo. Osho nos muestra una nueva forma de abordarla.
OSHO (1931-1990) nació en India. Después de iluminarse -a la edad de veintiún años- completó sus estudios académicos y pasó varios años enseñando filosofía en la Universidad de Jabalpur.
A partir de los años setenta comienzan a visitarle los primeros occidentales. Desde entonces incorpora las modernas terapias occidentales a la meditación y su trabajo se expande.
En el transcurso de su vida Osho ha hablado de todos los aspectos relevantes para el desarrollo de la consciencia humana y de sus principales exponentes: de Sigmund Freud a Chuang Tzu, de George Gurdjieff a Gautama el Buda, realizando un trabajo inigualable de síntesis de todas las grandes religiones, tradiciones místicas y corrientes de pensamiento más destacadas del planeta.
De todas ellas ha destilado la esencia más significativa para la búsqueda espiritual del hombre contemporáneo.
Su Ashram en Poona (India) es actualmente el centro de crecimiento espiritual con más miembros del mundo. A él acuden miles de visitantes internacionales para practicar una enorme variedad de disciplinas, como meditaciones, terapias, trabajos corporales y programas creativos.