«El trabajo fue consumación de series disciplinarias, fin último de los hombres construidos en la relación-capital, apoteosis de la producción capitalista. Ya no lo es: ha cambiado su función. Hoy el trabajo en los centros del capitalismo globalizado es, en gran parte, trabajo inútil desde el punto de vista de la producción en general, pero sigue siendo el principal criterio de clasificación y distribución de hombres», Raúl Fernández Vítores.