Nací pintora y poetisa aunque nunca la creyera
a esa voz que en mi interior a menudo me dijera
haz lo que sabes hacer, ten confianza y prueba.
De niña ya la escuchaba creyendo en la fantasía
y era un sueño bonito, un sueño me parecía,
viajaba por pasarelas y paisajes de delicia.
Pero lo más importante para mí en esta vida
era querer a las gentes y también el ser querida.
Mi vida fue discurriendo por sendas muy diferentes
y en cada una de ellas conocía nuevas gentes
que aportaban en mi vida ilusiones en mi mente.
Diversas ramas del arte anidan en mi interior
que han dado impulso a mi vida para sentirme mejor.
Hoy por fin he descubierto que las voces eran ciertas
y seguiré caminando alegre por esta senda
cumpliendo con mi destino hasta que Dios me detenga.