¡Ea, suavísimo Criador de toda cosa!, morteficad en mí todo lo que a Vos plaze y-apartad de mí todo lo que infiçiona vuestro querer. Dadme umildad estable, dadme obidençia fita i firme, dadme, Señor, alegre mansidunbre. Señor, dadme pazençia encendida en caridad. Señor, dad a mi lengua y-a todos mis mienbros i sentidos corporales una perfeta i santa continençia. Señor, dadme pureza, desnudeç, i libertad enterior, y-entendimiento, i íntimo recoximiento. Regalad i conformad mi espíritu con vuestro íntimo querer, i, porque yo no soy çufiçiente para alabaros, quered Vos, Señor, perfetamente ser alabado. En mí estoy, Señor, çierto, que si en mí solo estuviera todo el-amor de tus criaturas, que a Vos sólo, mi Grande Al.lah, lo daría como íntimo puro coraçón. !O, Señor, Al.lah, amado i prençipio mío! !O, esençia suavemente sençilla i serena! ¡Ya, agradable! ¡O, abismo suave i deleytoso, i deseable! ¡O, alegría i suave luz de todas las almas! ¡O, río de estimable deleyte! ¡O, piélago de nefable consuelo! ¡O, afenidad plenísima de todos los bienes! ¡O, Señor de toda abastanza!