Hablar de feminismo y de su reivindicación central durante más de un siglo despierta muchas suspicacias incluso en la actualidad. Sin embargo, mientras las leyes consagren distintos derechos electorales para mujeres y para hombres, el sufragismo tiene sentido. Mientras siga habiendo una sola desigualdad basada en el género de las personas, hay que seguir hablando de feminismo.