En su primer destino, Tailandia, asiste al abrupto final del periodo colonial en el Sureste Asiático. En 1980, siendo embajador en Guatemala, sobrevive al sangriento episodio en el que mueren 37 personas atrapadas en la legación española de aquel país, entonces sometido a una feroz represión militar. Años después, fue uno de los principales negociadores en el ingreso de España en la OTAN. Por último, a la peripecia política se suma la humana y personal, con el retrato sagaz de los numerosos protagonistas que desfilan por estas páginas, desde Franco y De Gaulle, en cuya entrevista ejerció de intérprete en 1970, hasta compañeros de profesión y los tres ministros de Asuntos Exteriores en los gobiernos de Felipe González.