La riqueza monumental, artística y cultural de Suecia, la belleza de su paisaje y su magnífica infraestructura turística, han hecho de este país uno de los tradicionales destinos turísticos europeos. La creciente uniformidad de los precios turísticos que se ha producido en Europa en los últimos años por una parte y la inseguridad de algunos destinos tradicionales por otra, han propiciado la afluencia de un número cada vez mayor de viajeros españoles. Es muy difícil entender Estocolmo si el único parámetro del que se dispone es la imagen de la Suecia contemporánea: esta ciudad monumental no corresponde al carácter conciliador de la actual política sueca. Pero Suecia no ha sido siempre pacífica y neutral; muy al contrario, en su momento fue la mayor potencia del Báltico. Y es este mar la razón de la existencia de su capital, construida sobre islas e islotes unidos entre sí por puentes; quien la recorra a pie no logrará orientarse, mientras que una pequeña vuelta en barco bastará para conocer la topografía de la ciudad: el clásico \"sightseeing tour\" no es en este caso una opción turística, sino una necesidad marcada por la propia estructura urbana de Estocolmo. Sólo por agua se puede abarcar la ciudad, conocer vistas que de otro modo serían inimaginables.