Zack Henderson había pagado por un delito que no había cometido y ahora estaba preparado para empezar de nuevo. Tenía trabajo, algunos ahorros y a su pequeña durante los fines de semana. Pero entre sus planes no figuraba volverse loco por sus dos adorables vecinitas? y por su guapísima madre.Diana Lynch era el tipo de mujer que jamás podría tener: una mujer buena, una auténtica dama. Y entre sus brazos, él se sentía como un héroe.El problema era que Zack sabía que ella estaría mejor sin él? por mucho que su corazón y las hijas de Diana le dijeran lo contrario.