Sonetos espirituales, escritos por Juan Ramón Jiménez (1881-1958) entre 1914 y
1915 aunque publicados en 1917, de estética neorrenacentista en algunas de sus
composiciones, mantiene el eje emotivo y melancólico de anteriores poemas. Se
aprecia, sin embargo, una decidida tendencia hacia el reposo y la
contemplación amorosa. La estructura formal del soneto se ve a veces
enriquecida por concepciones y rupturas de alquimia, aunque en algunos de los
tradicionales (Imagen alta y tierna del consuelo...) consigue la inmortalidad
del monumento literario.