LA ESQUELA Hoy he visto mi esquela en un diario; al leerla me he dicho: ¡Si es la mía!; pero ¡leche!, exclamé, si todavía estoy en este mundo perdulario. Me da que, es un error estrafalario, una broma macabra o felonía de un sarcástico amigo que querría verme ya amortajado en el sudario. Pero no; porque luego vi mi entierro, en una hermosa caja de buen pino transportado hasta el fondo de mi encierro. Esto no puede ser, esto no es cierto, porque yo no he tomado tanto vino; ¿a ver si es de verdad que ya estoy muerto?.