La pareja, la familia, la infancia, la vejez. Las relaciones a distancia, las pérdidas y los reencuentros, la murga de la autoestima, los ilusorios estallidos de euforia y la decepción constante. La realidad no es un lugar confortable, pero a veces basta con rascar en la superficie para que brote una inesperada poética: la de estar vivo.
Este libro contiene el mejor Adrian Tomine, el primero y el más conmovedor. Dieciséis historias cortas pero capaces de una intensidad emocional desacostumbrada.