Rosamaría Casas nació y se educó en la Ciudad de México. Al enviudar decidió irse del país y permaneció más de veinte años en el extranjero. Trabajó en la BBC de Londres, hizo traducciones para la Unesco en París, dio clases de español en Mónaco y sirvió como funcionario político en las embajadas de México en Washington (EUA) y en Atenas, Grecia. Al regresar a México ingresó en el taller literario de Elena Poniatowska. Estudió también con el maestro Juan Antonio Ascencio. Casas ha publicado muchos relatos, dispersos en antologías y revistas. Algunos de ellos traducidos y publicados en inglés. Ha sido galardonada con numerosos premios. De sus relatos, la crítica literaria en México ha subrayado la magia de su imaginación, un fino erotismo y un estilo depurado. Los finales de sus relatos son siempre sorprendentes y la vida de sus personajes, en los que se adentra como si las experiencias fueran parte de su propia realidad, hacen al lector partícipe de trozos de vida insertados en diversos lugares. Son sus escritores favoritos: Juan Rulfo, Julio Cortázar, entre los latinoamericanos, y en España ha admirado desde siempre a Carmen Laforet y a Mercedes Rodoreda. Sus lectores y críticos afirman que a pesar de estas inspiraciones e influencias, Casas ha logrado mantener una independencia y una originalidad internacionalistas que reflejan su profundidad y alegría por vivir y seguir escribiendo.
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