Se ilustra el funcionamiento del servicio militar obligatorio en las dos zonas durante la Guerra Civil y demuestra la importancia de las políticas de reclutamiento y la gestión de los soldados de reemplazo en determinar el resultado final de la contienda. Mientras que los militantes de ambos bandos se unieron a la lucha voluntariamente, millones de hombres en toda la península experimentaron el levantamiento militar como una intrusión indeseada en sus vidas y solamente se involucraron con desgana.
"La vida cotidiana de los soldados a la fuerza, los que pasaron frío y hambre y sufrieron amputaciones y murieron en plena juventud, los que al final de la guerra no tuvieron ningún paraíso sino vidas durísimas de necesidad y trabajo en un país arrasado". Antonio Muñoz Molina