La sociedad chilena ha sido convulsionada por el movimiento estudiantil en el último tiempo. Ha ocurrido algo inédito en la historia de Chile, muy diferente a todos los movimientos sociales y políticos que han marcado al país en el pasado. Esta vez no es el producto del Estado, de los trabajadores ni de los partidos políticos, como ocurrió normalmente en el pasado. Los jóvenes estudiantes ?secundarios y universitarios? movilizan profundos malestares sociales y nuevas ideas, remeciendo las estructuras sociales y políticas. La sociedad despertó y se sintió representada por las demandas de los movilizados por la educación pública, la calidad y la democracia.