Perro muerto en tintorería es un potentísimo texto dramático de Angélica Liddell (autora, directora y actriz) que, con El sobrino de Rameau de fondo, plantea los problemas derivados de un hipotético mundo futuro en el que la única posibilidad que queda para vivir como una persona con todos sus sentimientos es la autodestrucción. Angélica Liddell señala: «De la filosofía me interesa que se plantean cuestiones amorales para alcanzar conclusiones morales [...] He intentado ser muy radical para generar un auténtico conflicto en el espectador».