Argumento de Sobre el Poder y la Vida Buena Edición de José Luis Gordillo
León Tolstói es conocido sobre todo como el autor de obras cumbre de la literatura mundial. Sin embargo, dos terceras partes de los noventa volúmenes que componen sus obras completas contienen escritos que poco tienen que ver con la literatura de ficción. En lo fundamental se trata de diarios, cartas, ensayos y panfletos de temática religiosa, social y política. Un dato que habla por sí sólo acerca de cuáles fueron las preocupaciones prioritarias del afamado escritor ruso. Sobre el poder y la vida buena es una antología que reúne sólo una pequeña parte de la voluminosa producción de ese "otro" y bastante desconocido Tolstói, que tanto sorprendió al público burgués y bienpensante que se había entusiasmado, dentro y fuera de Rusia, con sus novelas, dramas y relatos cortos. Según un lugar común muy extendido, la aspiración a una sociedad más justa e igualitaria sería una pasión moral propia de la juventud; mientras que el nihilismo y el desentendimiento de los asuntos colectivos serían, por el contrario, propios de la madurez y la vejez. La vida y la evolución ideológica de León Tolstói (Lasnaia Poliana, 1828-Astapovo, 1910) constituyen el reverso absoluto de este tópico. Hasta la cincuentena, Tolstói fue más un escéptico curioso y vital que de vez en cuando dudaba de su escepticismo que otra cosa. Sólo después de superar una profunda crisis depresiva, hacia 1879-1880, Tolstói se convirtió en el propagandista de un ideario de amor fraternal, desobediencia no violenta y autoperfeccionamiento moral fundamentado en una personal interpretación de los Evangelios. A pesar de contar con pocos seguidores y de permanecer siempre alejado de todo movimiento organizado, el viejo Tolstói hizo pensar y discutir a muchos, en especial a la intelectual próxima al movimiento obrero de la época: R. Luxemburg, Plejanov, Lenin. Trotski, Gorki, Malatesta o Kropotkin que, entre otros, debatieron entre sí o con otros sobre contra o a propósito de sus ensayos. También despertó la admiración de un filósofo de la talla de Wittgenstein e influyó de forma decisiva en el joven Mohandas Gandhi. Todo lo cual sugiere que, más allá del juicio global que se puede hacer sobre su pensamiento, la obra ensayística del viejo Tolstói merece ser releída.0