Dentro de la producción junguiana los textos reunidos en este volumen son excepcionales desde varios puntos de vista. Se trata de escritos circunstanciales en los que el autor responde a una demanda conmemorativa, de carácter periodístico en algunos casos, que determina su estilo y extensión. Tienen además un tono personal, sin pretender el sistematismo objetivo que se percibe en sus elaboraciones teóricas. Sin embargo, en algunos de ellos se encuentran sus tesis fundamentales sobre la actividad artística como autorrevelación de lo inconsciente y, en los restantes, rinde tributo a los grandes maestros que fueron para el psiquiatra Jung el médico Paracelso, el psicoanalista S. Freud y el sinólogo R. Wilhelm. Gracias a ellos comprendió que la luz de la naturaleza paracelsiana se presenta al hombre en símbolos universales que habitan nuestro inconsciente y se manifiestan por doquier, gracias a los cuales dotamos de objetividad al cosmos.