Lady sybil ha conseguido por fin convencer a su marido, sam Vimes, el comandante de la Guardia de ankh-Morpork, de que ha llegado la hora de tomarse unas vacaciones. Mientras ella planifca unos merecidos días de descanso familiar en el campo, lejos del bullicio de la gran ciudad, él hace lo imposible para no abandonar su despacho... ¿el problema? el urbanita Vimes odia el campo. Cuando llegan a la mansión de la familia de lady sybil, sam se encuentra desubicado. Mientras su esposa toma el té en sociedad y su hijo se dedica con entusiasmo a explorar la naturaleza, Vimes no puede evitar hacer alguna
que otra pesquisa. Al fn y al cabo, un policía de verdad es capaz de encontrar delitos en cualquier parte, todo es cuestión de paciencia, y Vimes no tarda mucho en dar con un cadáver. pronto habrá destapado los negocios sucios de los nobles de la zona. Al fnal, las vacaciones no resultan tan aburridas. sin embargo, fuera de su jurisdicción y sin poder contar con la inestimable ayuda del cuerpo policial de ankh-Morpork, Vimes tendrá que recurrir a su astucia, su olfato, su larga experiencia y el inesperado apoyo de su mayordomo para resolver otro caso y conseguir que la justicia también se haga para los más humildes.