Eran tiempos de cambio, la sangre de antiguas estirpes se estaba secando y la misma atmósfera parecía estar transformándose. La posibilidad del abismo se cernía sobre las islas, y eso era algo que se podía ver en los ojos de sus habitantes. Pero los paladines de Camelot se pusieron a la vanguardia de una nueva posibilidad. Era la esperanza, traída de la mano de unos dioses desconocidos hasta entonces. Muchos fueron quienes, como Arturo, creyeron en que debían avanzar hacia un nuevo eón. Sin embargo, otros evocaban la maravilla mítica que aún se podía sentir en los orígenes de su pasado. Mordred era uno de ellos... Se trata de una saga sobre Mordred, hijo bastardo de Arturo y de su hermana Morgana. Esta fábula tiene varias lecturas, varios armónicos. Puede situarse tanto dentro del género de fantasía histórica como en el de espadas y brujerías?, con elementos de reflexión psicológica y mitológica. En el trasfondo está el proceso de individualización de un personaje que se mueve en un mundo crepuscular, cuyas reflexiones podrían muy bien trasladarse a nuestros días